La cocina es una actividad divertida y de gran potencial para el aprendizaje de contenidos curriculares: se combinan experimentos de ciencias, operaciones matemáticas, búsquedas de información sobre el origen de las recetas y los productos en estudios sociales, aprendizaje de vocabulario, lectura y escritura, decoración artística e incluso la relación entre comida y bailes en Educación Física.
Debora Chomski nos cuenta su experiencia en una escuela de las afueras de Barcelona, con una población escolar flotante de Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y Sudáfrica, se desarrolló un proyecto institucional multilingüe y multicultural a través de los medios de la comunicación y las TIC. La participación de los niños y las familias fue permanente y entusiasta y los animó a abandonar los prejuicios con las lenguas del país y cambiar su relación con la cultura local
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