Es verano en Hemisferio Norte. Y en julio, llueve poco. Estaba en la playa descansando y en pocos minutos el cielo se envolvió y me regaló un fuerte aguacero. Fresco. Oportuno. De mil azules y unas pinceladas de rosa. Ese rosa me conmovió.
Aquí van las imágenes. Espero que las disfrutéis tanto como yo.
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